La llorona

Esta leyenda tiene sus orígenes desde la llegada de los españoles a México o tal vez mucho antes.
Cuenta la leyenda que una mujer indígena se enamoró de un español, su amor se consumó y de esa relación nacieron 3 hijos.
Ella era una madre amorosa dedicada totalmente a la crianza de sus hijos, aunque no así su padre, ella y sus hijos tenían que vivir escondidos, ya que el padre no quería que se supiera de su relación y mucho menos de sus hijos, así entre las sombras, escondidos de una sociedad que no comprendería su relación, pasó el tiempo.
Ella, al ver que sus hijos necesitaban un padre, le rogaba que les diera el lugar que verdaderamente ocupaban en su vida, pero el la tranquilizaba diciéndole que en algún momento lo haría.
Un día, ella supo que se celebraba una boda en el lugar donde vivía, no podía creer cuando le dijeron el nombre de los novios, así que decidió ir a ver si lo que escuchó era cierto.
En cuanto vio al novio sintió como se destruía su vida, el mismo hombre que le juraba amor, el padre de sus hijos era quien contraía matrimonio.
Corrió a su casa y cegada por el dolor, tomó a sus hijos y los llevó al río, uno a uno los sumergió hasta ahogarlos e inmediatamente se suicidó. 
Dicen que desde entonces ella vaga por el río donde esto ocurrió y se lamenta por la atrocidad que cometió.

En otras versiones se dice que ella apuñaló a sus hijos y después arrojó los cuerpos al río, pero que Dios no le concederá el descanso eterno hasta que encuentre a sus hijos, por esto siempre va por la orilla de los ríos buscando a sus hijos llamándolos con su lamento desgarrador: "Hay mis hijos"

Claro que la versión puede variar dependiendo de la tradición oral de cada país, ya que esta leyenda se extiende por casi todo Hispanoamérica.

Aunque se cree que el verdadero origen de esta leyenda proviene de la Diosa mexica Cihuacóatl, Diosa de la fertilidad y los partos, mujer guerrera y Diosa madre.
Según la leyenda, la Diosa sale del Lago de Texcoco para llorar a sus hijos, como presagio de la destrucción de la cultura mexica a manos de los conquistadores.

"Hijos míos, amados hijos del Anáhuac, vuestra destrucción está cerca.
¿Adónde irán, adónde los podré llevar para que escapen a tan funesto destino? Hijos míos, están a punto de perderse. Se lamentaba Cihuacóatl

Sea cual sea su origen, hoy en día son muchas las personas que aseguran haber escuchado su lamento, en la noche cuando todo está quieto, dicen escuchar un llanto desgarrador que parece viajar con el viento.

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